Ayer vino uno de los adoptantes de Málaga. Vino a recoger a Rommel, el setter sordo. Por fin tiene nombre, incluso el dueño que lo abandonó ni se lo puso...Y no sólo se llevó a él, sino que se llevó también una perrita, Saoirse, que abandonaron justo cuando estaban recogiendo a Rommel. Los dos más buenos que el pan. Y perros con estrella. Un lujo de adoptantes..
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